martes, 1 de junio de 2010

Matadero abandonado en Carhué

Una construcción de Francisco Salamone (1897-1959), arquitecto-ingeniero contratado en la segunda mitad de la década de 1930 por el gobierno de la provincia de Buenos Aires para la edificación de obras públicas en varias ciudades. La mayoría de estas obras fueron municipalidades, plazas, mataderos y pórticos de cementerios, aunque también hizo entradas de parques, escuelas y algún mercado.

Entre Carhué (que en aquel entonces se llamaba Adolfo Alsina, como el partido) y la Villa Lago Epecuén (hoy completamente en ruinas) estaba este matadero, un buen ejemplo del peculiar estilo monumentalista de Salamone. Su fachada, con esas grandes letras de cemento y una alta torre que ostentaba su decoración representando a una cuchilla, miraba hacia el lago que en 1985 desbordó arrasando un pueblo entero.


© 2010, Héctor Ángel Benedetti

2 comentarios:

Patricio Eleisegui dijo...

Buenas tardes. Sin dudas, el matadero cerca de Epecuén es uno de los lugares más emblemáticos que sufrieron la inundación en la década del 80. Héctor, sinceramente me parece muy interesante este blog. Si en algún momento llegás a volver por Carhué, un lugar a tener en cuenta -quizá ya estuviste ahí- es la vieja estación de tren de Epecuén. Hoy está completamente abandonada. Un dato a tener en cuenta: como sucedió con buena parte del trazado del ferrocarril nacional, la estación de Epecuén fue construida por los ingleses. Al momento de concretar la obra, los lugareños se burlaban de los ingenieros porque estos querían levantar la estación bastante lejos de la villa. Su argumento: el pueblo es inundable. Por supuesto, nadie tomó en serio este movimiento de los ingleses. Varias décadas después, cuando el lago Epecuén rompió las defensas que lo controlaban, lo único que se salvó del agua hasta el día de hoy fue esa bendita estación de tren. Un saludo. Patricio.

Anónimo dijo...

Conozco Este Lugar, Me Gusta! Buen Trabajo!