Al noroeste del partido de Pehuajó, cerca del límite con Carlos Tejedor, está el paraje Larramendy que consiste en campos que otrora fueran propiedad de la familia Bellocq, con una estación de tren hoy desafectada y —lo más llamativo— una gran iglesia cuya torre se destaca desde lejos en ese paisaje, aunque en realidad son pocos quienes la ven por tratarse de un lugar escasamente visitado. No hay otra cosa en Larramendy; nunca tuvo pueblo y no es sitio habitual de paso para ir hacia otra parte.
María Larramendy, viuda de Bellocq, convenció a unos monjes benedictinos para que emigraran desde sus países de origen y se instalasen en sus tierras. Era su intención que los monjes oficiaran misas en memoria de su marido y atendiesen una escuela para los hijos de la peonada. Primero los llevó más al sudeste, ordenando la construcción de una iglesia y de un edificio anexo en la zona donde con el correr de los años habría de levantarse el pueblo Bellocq. Los monjes llegaron en 1914 y se fueron desilusionados en 1916. La hacendada quiso repetir la experiencia, aunque ahora en sus campos del noroeste; de esta forma, mandó edificar en Larramendy una iglesia y un anexo exactamente iguales a los de Bellocq.
Los benedictinos estuvieron en Larramendy entre 1917 y 1924; al marcharse, la iglesia y su anexo quedaron abandonados en medio del campo.
© 2010, Héctor Ángel Benedetti
3 comentarios:
Buenisima la entrada. La iglesia aun mejor...Provoca lo mismo que lo que ya estamos acostumbrados con las cuestiones ferroviarias. Que picardia...
Aunque no este abandonada, me recuerda a la de Lopez Lecube, semejante construccion en medio del campo. Visita pendiente que tengo.
Saludos
FABIAN
Mi abuela (Nemesia Mac Kay y Contreras) y sus hermanos fueron bautizados en esa iglesia; segun consta en actas que estan en poder de mi familia. Que nostalgia....
Ignacio, muchas gracias por el dato. Como la iglesia estuvo activa poco tiempo, es valioso encontrar referencias como la suya. Cordial saludo.
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