viernes, 30 de julio de 2010

Molino abandonado en Salto

Fue un molino hidráulico para la industria harinera de David Lanata, edificado en 1856 donde se unen el río Salto y el arroyo Saladillo Chico, partido de Salto. La rueda principal estaba sobre el río. Durante la excavación para sus cimientos se encontró un gliptodonte.

En la década siguiente salió de este molino una de las primeras remesas de harina que el país exportó a los Estados Unidos. Más tarde la empresa cambió de dueño, pasando a ser de los hermanos Ravenna, primero, y de David Biglieri, después.

En la madrugada del 5 de abril de 1931 sufrió un incendio y quedó totalmente destruido. No se lo reconstruyó, por lo que su lugar de emplazamiento quedó en ruinas y abandonado.

Hoy es un extraño paseo para visitar en las afueras de Salto. Lo llaman “Molino Quemado”.


© 2010, Héctor Ángel Benedetti

viernes, 23 de julio de 2010

Puente abandonado en Marucha

Ubicado a pocos metros de la estación Marucha, en el partido de Carlos Tejedor, este era un puente de la Compañía General de Ferrocarriles de la Provincia de Buenos Aires (CGBA, ramal Villars-General Villegas) sobre el Ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano (FCRPB).

En sus orígenes ambas empresas eran de capitales franceses. El FCRPB habilitó sus servicios en diciembre de 1910, y la CGBA hizo lo propio en este tramo en enero de 1912. Eran de trochas diferentes: ancha en el FCRPB, angosta en la CGBA.

Marucha —sobre el FCRPB— nunca tuvo pueblo en torno suyo y en la actualidad tampoco cuenta con ninguno de los dos trenes, pues las vías del FCRPB fueron clausuradas en esta sección y al ramal de la CGBA se lo levantó hace años.

Como puede verse en las imágenes, sobrevive una señal mecánica del FCRPB. Irónicamente quedó indicando que la vía está ocupada.

© 2010, Héctor Ángel Benedetti

viernes, 16 de julio de 2010

Matadero abandonado en Balcarce

Otro matadero municipal construido por Francisco Salamone (ver “Matadero abandonado en Carhué”). Este es el de Balcarce. Fue inaugurado en 1937.

Varios mataderos de Salamone contaron con una torre rematada por un adorno en forma de cuchilla. Aquí notamos una excepción: el de Balcarce tiene su torre terminada en punta, pero el estilo sigue siendo el inconfundible de las obras de este arquitecto-ingeniero (se agrega una fotografía suya, en plena juventud).

Otras construcciones de Salamone en Balcarce, contemporáneas al matadero, son la Escuela Normal y el pórtico de acceso al cementerio. También hizo una glorieta para la plaza, pero fue demolida.


© 2010, Héctor Ángel Benedetti

domingo, 11 de julio de 2010

Pueblo abandonado en Epecuén (parte II)

Cuatro fotografías más de Villa Lago Epecuén en la actualidad. Causa una fuerte impresión recorrer sus calles vacías y blanqueadas, visitar lo que fueran residencias y hoteles de categoría, entrar a las casas abandonadas, deambular por sus viejos patios. En una esquina quedó un viejo automóvil fosilizado. Cuentan que una tienda de recuerdos no pudo ser evacuada a tiempo y que, hurgando entre sus restos, aún es posible encontrar algún “souvenir” del balneario.


© 2010, Héctor Ángel Benedetti

jueves, 8 de julio de 2010

Pueblo abandonado en Epecuén (parte I)

Desde comienzos del siglo XIX era sabido que las aguas del lago Epecuén, con su salinidad diez veces superior a la del mar, tenían propiedades curativas. En 1909 el gobierno provincial reconoció científicamente esos atributos medicinales, favoreciendo así el desarrollo de la explotación minera en el partido de Adolfo Alsina y de un importante balneario termal: Villa Lago Epecuén, a pocos kilómetros de la ciudad de Carhué.

A partir de la década de 1920 el lugar quedó conformado como un centro turístico de relevancia. Se instalaron hoteles, residencias particulares, restaurantes, comercios, una escuela, una iglesia y oficinas de información en la Capital Federal. Tres líneas férreas (el Oeste, el Sud y el Midland) arrimaban a los pasajeros hasta Carhué, e incluso Lago Epecuén contaba con estación propia del Ferrocarril Oeste. El pueblo llegó a tener cinco mil plazas hoteleras con alta ocupación durante sesenta años.

Pero el 10 de noviembre de 1985 las aguas del lago desbordaron descontroladamente y rompieron el muro de contención, sumergiendo en pocos días a toda la villa. La evacuación fue rápida y eficaz, aunque el lugar quedó destruido. Luego, paulatinamente, las aguas retrocedieron dejando tras de si un pueblo en ruinas y blanqueado por acción de la sal. La gente jamás regresó.


© 2010, Héctor Ángel Benedetti

viernes, 2 de julio de 2010

Estación abandonada en Emita

Era en el partido de Alberti, entre las estaciones Indacochea y Baudrix del Ferrocarril Midland de Buenos Aires. Se inauguró en julio de 1911.

Como tantos ramales, este fue clausurado y levantado hace décadas. Ya no hay vías en Emita: solo queda el edificio de estación, vacío y depredado.

Emplazada en un entorno de naturaleza agreste y sin casas en sus alrededores, poco a poco está siendo tragada por la vegetación.


© 2010, Héctor Ángel Benedetti